Por Cassandra J. Bautista
Cassandra J. Bautista es una abogada de defensa criminal en la firma de Sieben Edmunds Miller, ubicada en Eagan, MN. Cassandra@siebenedmunds.com.
Recientemente me preguntaron qué consejo les daría a las generaciones más jóvenes acerca de convertirse en abogada. La pregunta me hizo detenerme y pensar por un momento porque la implicación era que esta persona me estaba admirando. Siempre he tenido modelos a seguir y buenos abogados amigos y mentores a quienes también admiro. Me sentí honrada por su pregunta. Si le preguntas a 10 abogados, probablemente obtendrás 10 respuestas diferentes. Pero cuando me preguntaron, no podía dejar pasar la oportunidad de compartir con la generación más joven algunas piezas de sabiduría ganada con tanto esfuerzo:
Concéntrate en tu educación, pero no te olvides de vivir la vida
No es ningún secreto que la educación requerida para convertirse en abogado lleva mucho tiempo. Es la escuela secundaria, luego una licenciatura de 4 años y luego 3 años más de la facultad de derecho. Y tampoco es ningún secreto que es más fácil ser aceptado en la próxima escuela si te va bien académicamente en la primera escuela. Sin embargo, no dejes que tus calificaciones sean lo único que te defina. Tu eres una persona. Tienes intereses. Eres bueno en algo más que en la escuela. Si te gustan los deportes, sigue jugando deportes. Si eres artista, sigue pintando o esculpiendo. La solicitud que llenes para la próxima escuela a la que quieras asistir querrá saber que eres un ser humano con intereses y pasiones fuera de los libros. ¡Asegúrate de vivir la vida también!
Cambia de opinión y luego vuelve a cambiarla. Prueba todo, al menos una vez
Convertirse en abogada requiere determinación. La mayoría de la gente piensa que sabe lo que quiere, o por qué tipo de derecho quiere estudiar, hasta que se da cuenta de que no lo sabe. (Y algunas personas no tienen idea de lo que quieren hacer, ¡y eso también está bien!) Lo más probable es que cambies de opinión y luego vuelvas a cambiar, lo cual es algo bueno. Mi consejo es probar de todo. No digas que no a algo solo porque es nuevo o porque no habías considerado hacerlo antes. Por lo menos, descubrir lo que no te gusta hacer es tan importante como lo que si te gusta hacer. Y de esta manera, tendrás una experiencia interesante para discutir, ya sea en tu solicitud de la facultad de derecho o en tus futuras entrevistas de trabajo.
No aceptes un “no” de los demás
Te dirán “no” más veces de las que podrás contar. Puede venir en forma de cartas de rechazo de la escuela, puestos de trabajo que no obtuviste, o premios que no recibes a pesar de haber trabajado muy duro.
El universo te dirá que no, pero no lo aceptes. Si te detienes en el primer “no”, entonces tu camino simplemente ha terminado. Pero si insistes en el “no” y sigues buscando el “sí”, no solo obtendrás lo que quieres, sino que aprenderás algo en el proceso.
Mantén a tu gente cerca y sigue haciendo crecer tu círculo
Dicen, “no es lo que sabes, es a quién conoces”. Y aunque eso puede ser desafortunado a veces, es un recordatorio humilde de que nadie llega a donde está sin un poco de ayuda de otra persona. Continúa desarrollando tu red de amigos, colegas y mentores. No importa cuán independiente seas, llegará un momento en que necesitarás la ayuda de alguien: una carta de recomendación, un colega que te nomine para un puesto o alguien que revise el proyecto grande que acabas de terminar. Necesitarás abogados con experiencia para nominarte para la admisión al colegio de abogados para ejercer la abogacía. Tu círculo nunca puede ser demasiado grande. Sigue haciendo conexiones, sigue conociendo gente y mantente en contacto con las personas que has conocido.
Establece metas altas
Como te mencioné anteriormente, el universo – y muchas otras personas – te dirán que “no”, y con bastante frecuencia. No deberías ser una de las personas que se dice a sí mismo que “no”. Sueña grande. Sigue trabajando hacia tus metas. Hazte un nombre. Sé tan bueno que no te puedan ignorar.
Pide ayuda
Por último – y no puedo enfatizar esto lo suficiente – nadie lo sabe todo. Está bien, ¡y alentado! – pedir ayuda. Mira la red de personas que has acumulado para obtener consejos o aportes sobre tu proyecto. Pide a otros que te enseñen cosas a medida que continúas creciendo y aprendiendo (y luego asegúrate de estar dispuesto a ayudar a enseñar cosas a otros cuando te lo pidan). Todos nos apoyamos unos en otros a veces y, en mi opinión, eso nos hace mejores.
Si tienes preguntas, o si buscas alguna abogada que sea tu mentor, no tengas miedo en hablarme. Solamente soy una abogada de muchas, pero seria un gusto guiarte en tu camino.
Descargo de responsabilidad: Este articulo no está protegido por ningún privilegio y no es una comunicación abogada-cliente. No confíes en esta información. Siempre debe consultar a una abogada sobre su asunto legal.